CÓMO ANALIZAR Y MEJORAR LA PROPIA
PRÁCTICA DOCENTE:
Sobre cómo consensuar normas
Sobre cómo motivar la participación de los alumnos
Sobre cómo evaluar competencias
Es complicado llegar a un
consenso, y más aún con la cantidad de docentes que llevan años trabajando sin
motivación (lo hay que sí que la tienen) y lo único que desean es jubilarse y
no cambiar su metodología que tantos años les ha dado “buenos” resultados.
¿Dónde dejaríamos la libertad de
cátedra?
¿Quién tiene el suficiente criterio
para determinar absolutismos que nadie refute?
¿Quién se puede plantear juzgar
de una manera tan descarada a sus compañeros?
Yo creo que la virtud radica en
un punto común al que llegar juntos, desde la comunidad educativa.
En pocos lugares se tiene en
cuenta la voz de los alumnos, y creo que hay alumnos que pueden ser más
creativos, elocuentes y coherentes que muchos profesores. Ya es hora de que
expongan su opinión, quizá tengan una buena idea que cambie el devenir de la
educación a corto plazo.
Aunque el foco del problema nace
mucho antes… en la base. El sistema está podrido y corrupto. Lo primero que se
debería hacer sería apartar completamente la educación de la política, y a
partir de ahí crear una especie de Congreso, o Consejo de especialistas, o
similar… Que tenga más voz que nadie, pero no se convierta en una oligarquía,
simplemente sería un órgano con poder pero que se le respetase porque lo
formara gente muy culta, honesta, noble…
En ese lugar se tomarían las
decisiones importantes, se mostrarían las nuevas ideas, se propondrían
proyectos… y todo el mundo podría participar.
¿He soñado demasiado?
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