viernes, 2 de noviembre de 2018

Artículo susceptible de ser publicado


   CÓMO ANALIZAR Y MEJORAR LA PROPIA PRÁCTICA DOCENTE:

Sobre cómo consensuar normas

Sobre cómo motivar la participación de los alumnos

Sobre cómo evaluar competencias


Es complicado llegar a un consenso, y más aún con la cantidad de docentes que llevan años trabajando sin motivación (lo hay que sí que la tienen) y lo único que desean es jubilarse y no cambiar su metodología que tantos años les ha dado “buenos” resultados.

¿Dónde dejaríamos la libertad de cátedra?

¿Quién tiene el suficiente criterio para determinar absolutismos que nadie refute?

¿Quién se puede plantear juzgar de una manera tan descarada a sus compañeros?

Yo creo que la virtud radica en un punto común al que llegar juntos, desde la comunidad educativa.
En pocos lugares se tiene en cuenta la voz de los alumnos, y creo que hay alumnos que pueden ser más creativos, elocuentes y coherentes que muchos profesores. Ya es hora de que expongan su opinión, quizá tengan una buena idea que cambie el devenir de la educación a corto plazo.

Aunque el foco del problema nace mucho antes… en la base. El sistema está podrido y corrupto. Lo primero que se debería hacer sería apartar completamente la educación de la política, y a partir de ahí crear una especie de Congreso, o Consejo de especialistas, o similar… Que tenga más voz que nadie, pero no se convierta en una oligarquía, simplemente sería un órgano con poder pero que se le respetase porque lo formara gente muy culta, honesta, noble…

En ese lugar se tomarían las decisiones importantes, se mostrarían las nuevas ideas, se propondrían proyectos… y todo el mundo podría participar.

¿He soñado demasiado?

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